martes, 14 de octubre de 2014

Galletas de limón

Hacía mucho tiempo que no me dedicaba a hacer galletas. A veces me da pereza empezar pero cuando ya tengo preparada la primera hornada es cuando más me apetece continuar. Eso sí, hace falta un poco de tiempo, por ejemplo, puede ser un buen entretenimiento para una de esas tardes lluviosas y grises de otoño como las que ya estamos teniendo, así que voy a publicar una selección de galletas, que iré intercalando entre otras recetas, como estoy haciendo con los flanes, para no cansar.

Hoy empezaré con las de limón. Es una receta que tenía clasificada, como muchas otras, de ésas que se guardan "para hacer algún día" y que ya no se de donde la habré copiado en su momento. Bueno, pues ya le llegó su turno. El limón les da un toque delicioso.






Ingredientes:

150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
150 gr de azúcar glass
150 gr de harina
20 gr de Maizena
2 limones (su ralladura)


Preparación:

-     Cortar la mantequilla en trozos y aplastarlos con un tenedor hasta que se deshagan como una pomada. Entonces añadir el azúcar glass y seguir batiendo todo bien.



-      Cuando se haya convertido en una pasta blanda, añadir las dos harinas, tamizadas, y la ralladura de los dos limones.





-      Mezclar todo con una cuchara y luego seguir amasando con las manos.
-  Con la masa resultante, formar un rollo o cilindro de unos 3 cm de diámetro y envolverlo en film transparente.



-      Meterlo a la nevera una hora o hasta que se haya endurecido.
-      Sacarlo de la nevera y cortarlo en círculos de 1/2 cm de espesor.




-      Colocar las galletas en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado.
-    Si queréis podéis hacerles un dibujo como hice yo con el tapón de una botella en las mías.




-      Hornear a 180º unos 15 minutos.
-   Pasado este tiempo, cuando empiecen a tomar color, (las mías se tostaron demasiado porque me despisté, no hace falta dorarlas tanto), sacarlas del horno y dejarlas entibiar un poco. Podéis coméroslas así o espolvorearlas con el resto de azúcar glass.




Si queréis hornear una segunda remesa, no utilicéis la misma bandeja caliente de las primeras, porque las siguientes se os tostarían enseguida por los bordes. Debéis colocarlas en una bandeja fría que ya podéis tener preparada para aprovechar el calor del horno.


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