jueves, 4 de junio de 2015

Postre de cerezas con mascarpone

Otro postre fácil, bonito y rápido de hacer. Como ahora ya tenemos las cerezas a un precio más bajo podemos permitirnos saborear esta fruta llena de propiedades y tan bonita. Unas cuantas cerezas metidas en un bol de cristal en la cocina ya alegran la vista.

Aquí vamos a acentuar su sabor con un poco de kirsch (o cualquier otro licor si no tenéis éste) y azúcar moreno, llevadas al fuego soltarán todo su jugo y a la vez se perfumarán con el licor. Después mezcladas con el queso y la nata podéis imaginaros qué fiesta para el paladar.

Venga, animaos que es muy sencillo












Ingredientes (para 4 vasos):

-          200 gr de cerezas
-          100 gr de queso mascarpone
-          200 ml de nata para montar
-          Una copita de kirsch o licor de cerezas
-          75 gr de azúcar glass
-          50 gr de azúcar moreno
-          6 bizcochitos
-          Un chorrito de leche para empapar los bizcochos


Preparación:

Lavar las cerezas y cortarlas por la mitad para extraer el hueso. Reservas unas cuantas para adornar.






Poner en un cazo, a fuego suave, las cerezas deshuesadas con el azúcar moreno y la copita de kirsch. Dejar que se vaya cociendo a fuego medio durante diez minutos. Dejar enfriar.






Montar la nata y cuando esté semi montada añadirle el azúcar glass.

Mezclar el queso mascarpone con la nata montada con movimientos envolventes (así lo hice pero creo que se podría haber montado la nata con el queso todo junto, quedaría una mezcla consistente y uniformemente repartidos los ingredientes, la próxima vez lo haré así).



Trocear los bizcochitos y repartirlos en la base de los vasos. Rociarlos con la leche.

Encima poner unas cucharadas de cerezas con el jugo que sueltan

Sobre esta capa poner una de mascarpone y nata.

A continuación poner  otra capa de cerezas con la que finalizaremos.

Adornar con un par de cerezas enteras.






martes, 2 de junio de 2015

Rosquillas de leche condensada

El domingo pasado, en La Guardia, hubo un concurso de rosquillas dentro del evento "A Guarda Doce" y, cuando leí la publicidad, me entró el gusanillo de hacer unas rosquillas, no para concursar sino porque hacía muchísimo tiempo que no dedicaba un poco de atención a ese dulce tan socorrido y que en todas las casas vienen haciéndolo madres y abuelas desde siempre.

Quería que fueran un poco diferentes. Siempre asocio las rosquillas con el anís, lo cual está muy bien y a mí me encantan, pero esta vez quería cambiar así que, buscando un poco por aquí y otro poco por allá, me decidí por las de leche condensada y, poniendo de un lado y quitando de otro, finalmente nació esta receta.







Ingredientes:

- 1 lata de leche condensada mediana (390 gr.)
- 4 huevos
- la ralladura de un limón
- 500 gr. de harina floja
- 1 sobre de Royal
- 5 cucharadas de azúcar
- canela en polvo
- aceite de girasol


Preparación:

Batir la leche condensada con los huevos y la ralladura del limón unos 8 minutos o hasta que se forme una crema homogénea.





Añadir la harina tamizada con la levadura, a cucharadas, una a una. No añadir la siguiente hasta que no haya integrado bien la anterior.








Amasar hasta que la masa no se pegue a los dedos (yo empecé con el robot y luego pasé a la encimera). Si vemos que necesita más harina añadiremos una poca pero sin pasarnos, ya sabéis que las harinas no son todas iguales pero no conviene añadirle mucha más. Engrasar las manos con un poquito de aceite para trabajar mejor la masa. Dejarla reposar media hora.




Hacer bolas con la masa y darles forma de rosquilla. Yo, en vez de unirlas por los extremos prefiero hacer un agujero en el centro, con los dedos índice y pulgar, y moldearlas.




Freirlas en abundante aceite, bien caliente, poniendo pocas en la sartén. No os despistéis porque enseguida cogen color (por eso no tengo fotos de la fritura, requirió toda mi atención jaja).
Escurrirlas en papel absorbente, que tendréis preparado en una fuente al lado de la sartén para pasarlas allí de inmediato y que no queden grasientas.

Dejar enfriar un poco y entonces rebozarlas con una mezcla de azúcar y canela.