Os preguntaréis: eso de tarta de bizcocho ¿cómo se entiende?, pues os lo voy a explicar, porque esta tarta tiene su historia, para que veáis que a veces las cosas se retuercen y mucho.
Veréis, mi primera intención era hacer un bizcocho marmolado, ya sabéis, esos bizcochos en los que se separa la masa en dos, en una se pone cacao o chocolate y al unirlas queda monísimo con sus dos colores haciendo arabescos. Vale. Pues, como esta vez no tuve mucho tiempo para hacer mis búsquedas en la red, me quedé con la primera receta que me pareció fácil y me puse a ello.
Según iba preparando los ingredientes, ya me iban pareciendo un poco raritas las proporciones pero bueno, yo no publico lo que no hago y creo que los demás tampoco, así que seguí adelante a pesar de mi recelo.
El resultado: catastrófico. Un bizcocho incomible de lo amargo que era (claro, tanto cacao...), textura de polvorón y nada apetecible. ¡Qué fastidio tener que tirar con la materia prima y el trabajo!
Un amigo mío, Suso, me dio la idea de añadirle un licor dulce, como la crema de orujo, y me pareció acertada, así que, directamente, corté el bizcocho en trozos, los pulvericé en la thermomix y los regué con un buen chorretón de crema de orujo. Tenía que darle consistencia, así que le añadí dos huevos, un poco de leche y al horno otra vez. Tenía una pinta horrible.
Cuando lo saqué del horno, ya parecía otra cosa. Lo corté en dos mitades, lo rellené con nata montada y lo cubrí con chocolate fondant. Al enfriar lo adorné con almendras y he ahí que el patito feo se convirtió en cisne. De bizcocho pasó a ser tarta, con aspiraciones a turrón de chocolate, pero conseguí poder salvar el sabor y aprovecharlo con un buen resultado.
Ingredientes:
215 gr
harina
6 huevos
215 gr de
azúcar
215 gr de
mantequilla a temperatura ambiente
215 gr de
cacao en polvo VALOR
½ sobre
de Royal
2
cucharadas de azúcar avainillado
1 vaso de
crema de orujo
1 vaso de
leche
200 ml de
nata para montar
150 gr de
chocolate Nestlé Postres
Almendras
para adornar
Preparación:
Preparar
un bizcocho marmolado mezclando la mantequilla con el azúcar. Añadir cuatro huevos
uno a uno mezclando muy bien.
Separar la
mitad de la masa, añadirle el azúcar avainillado y reservar. A la mitad
restante añadirle el cacao y la mitad de la leche y revolver hasta obtener una pasta homogénea.
Engrasar
un molde redondo y echar en él las dos masas alternándolas.
Hornear ½
hora a 170º.
Cuando
esté listo, sacarlo del horno, dejarlo enfriar sobre una rejilla y cuando esté
frío cortarlo en trozos.
Pulverizarlos
con la thermomix o una trituradora.
Batir los
dos huevos que nos quedan y añadírselos con la crema de orujo y la leche
restante.
Meter al
horno unos 20 minutos a 170º.
Cuando al
meter un palillo éste salga seco, sacar del horno y dejar enfriar.
Montar la
nata con dos cucharadas de azúcar.
Cortar la
tarta en dos mitades y cuando haya enfriado, rellenar con la nata montada.
Derretir
al baño maría el chocolate con una cucharada de mantequilla y verter sobre la
tarta.
Cuando se
solidifique adornar con las almendras y refrigerar.