La pasada Navidad hice por primera vez turrón, y elegí el de chocolate con frutos secos que tuvo gran éxito (lo tenéis publicado en este blog aquí), así que este año me atreví con el turrón de almendras, el turrón duro de toda la vida, que es increíblemente fácil de preparar. Eso sí, la miel que sea de buena calidad, es importante para el resultado final.
Sabéis que mi experiencia en repostería es corta y que hay muchas recetas que hago por primera vez, así que muchas veces tengo que corregir errores de elaboración, como en el turrón de hoy, que me quedó muy rico de sabor - cómo no iba a estar riquísimo llevando almendras y miel ¿no?- pero un poco blando para mi gusto. El fallo que cometí es que lo retiré demasiado pronto del calor y tendría que haber dejado que se caramelizase más la miel con el azúcar, pero bueno, el siguiente que haga saldrá más perfecto. Que valga mi experiencia para quien lo quiera intentar.
Yo utilicé un molde de acero inoxidable que compré por internet a la tienda de María Lunarillos, que tiene de todo para repostería, pero se puede utilizar cualquier molde de aluminio con forma rectangular o incluso recortar un tetra brick.
También podéis preparar las tortas, colocando la oblea y vertiendo sobre ella la preparación. Se le da forma redonda y se cubre con otra oblea y a enfriar. Si no tenéis obleas blancas podéis utilizar las amarillas redondas que venden en Froiz y que podéis ver en este blog en la receta de los almendrados.
Las obleas las pedí también a la tienda de María Lunarillos. Vienen en un tamaño grande y se pueden recortar a gusto de cada uno.
Ingredientes:
150 gr de miel de buena
calidad
150 gr de azúcar
250 gr de almendra cruda
entera y pelada
1 clara de huevo
2 obleas
Preparación:
Forrar
el molde con papel de hornear. Colocar en el fondo una oblea.
Tostar las almendras en la bandeja del horno a 160º, moviéndolas con una cuchara de madera, de vez en cuando, hasta que adquieran un color dorado (unos 20 minutos).
Montar
las claras a punto de nieve flojo.
Poner a fuego lento, en una tartera de base gruesa, el azúcar y la miel y llevar a ebullición
revolviendo la mezcla.
Cuando empiece a burbujear, dejarla cociendo unos minutos más (4 ó 5), luego retirar del fuego, dejar entibiar y añadir la clara revolviendo lento pero sin parar para que no cuaje.
Cuando
ya no tenga grumos, llevar la tartera otra vez al fuego, a temperatura baja, y
remover hasta espesar bien. Al llegar a ese punto añadimos las almendras.
Mezclamos
bien y echamos la preparación en el molde. Cubrimos con la segunda oblea y
dejamos enfriar hasta que endurezca.
¡Y a disfrutar!
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