La receta de hoy es una aportación de mi amiga Pili, que también fue la ejecutora del bizcocho, para acompañar a la chocolatada de fin de verano (jajaja, que estamos en noviembre!!) que celebré con mi grupo de amigas hace unos días.
Las fotos no son muy buenas porque cuando nos dimos cuenta ya lo habíamos troceado, lo cual fue una pena porque me hubiera gustado enseñároslo enterito, que estaba muy chulo.
El yogur, junto con el aceite, le dan una jugosidad excelente y la harina de espelta le aporta ligereza. Todo eso, junto con la facilidad de preparación, hacen de este bizcocho una opción más que buena para cualquier ocasión.
¡Gracias Pili!
Ingredientes:
- Un yogur natural
- 3 huevos
- 3 medidas del vaso de yogur de harina de espelta
- 2 medidas del vaso de yogur de azúcar moreno de caña
- 1 medida del vaso de yogur de aceite de girasol u oliva suave.
- 1 sobre de Royal
- Azúcar glass para la decoración.
Preparación:
Mezclar en un bol los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen.
Añadir el aceite en forma de hilo y luego el yogur. Mezclar.
Ahora añadir la harina y el Royal mezclados y tamizados.
Verter la preparación en un molde rectangular previamente engrasado.
Llevar al horno precalentado a 180º unos 35 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo éste salga seco.
Dejar enfriar en el molde unos diez minutos y después pasarlo a una rejilla para que termine de enfriar.
Decorar con abundante azúcar glass.
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