Dulce de feixoa

¿Conoces esta exótica fruta? En Galicia se conoce como feixoa, pero también se denomina feijoa, guayaba o guayabo. Es originaria de América del Sur, concretamente del Sur de Brasil, y parte de Uruguay, Argentina y Paraguay. Es un arbusto con unas flores blancas y rojas preciosas. La fruta es ovalada, como un huevo, de color verde y su pulpa es blanco-amarillenta con una parte gelatinosa en el centro que le da ese sabor peculiar. Sus propiedades son interesantísimas, (yodo, vitaminas del grupo B y otras, minerales, propiedades anticancerígenas, tonificante, ayuda a bajar el colesterol.... y muchas más que aquí no pongo para no extenderme), sólo por ello vale la pena tomarla aunque al principio su sabor no le gusta a todo el mundo.

A mí ahora me encanta, pero reconozco que me costó habituarme, al principio la rechazaba pero, como se que el paladar se educa y si insistes en un sabor, acabas adaptándote a él, seguí intentándolo en cada cosecha anual y ahora me las como hasta medio verdes. 

No sabría definir su sabor, es un poco agridulce, con un picorcito que le va muy bien. Muy aromática. Hay que tomarla cuando está en su punto, es decir, madura pero no demasiado ya que enseguida empieza a coger unas manchas exteriores de color marrón que indican que ya se ha pasado. Su pulpa es blanca y cuando empieza a estar de color  caramelo es cuando está más rica.

Y precisamente, antes de que se pasen las que tengo en casa, este año decidí hacer dulce de feixoa, con una receta muy similar a la del dulce de membrillo. El resultado es muy aceptable para tomar con queso de tetilla o queso fresco.

Ingredientes:

- 600 gr. de feixoas (ya peladas)

- 500 gr de azúcar 

- 1 limón pelado sin parte blanca ni pepitas.

Preparación en Thermomix:

Poner en el vaso la fruta, el azúcar y el limón.

Triturar 30 segundos a velocidad 5-7-9.

Cocinar durante 30 minutos, a 90º, velocidad 5.

Verter la mezcla en recipientes de cristal o de plástico.

Dejar enfriar y luego refrigerar hasta el momento de consumir.

Preparación en modo tradicional:

Poner la fruta lavada, pelada y troceada con el azúcar en una tartera y añadir el limón troceado. 

Dejar que se vaya cociendo, a fuego medio, una media hora o tres cuartos, hasta que la fruta esté blanda.

Triturarla con la batidora de brazo o el robot de cocina hasta que quede una textura fina.

Verter la mezcla en recipientes de cristal o de plástico.

Dejar enfriar y luego refrigerar hasta el momento de consumir.