Seguimos con los desayunos saludables.
Yo, antes, era de margarina diaria, luego, desde que tuve información acerca de lo mala malísima que es para la salud me pasé al aceite de oliva virgen extra, y con él sigo sí, pero a veces me apetece untar el pan con algo sólido, así que buscando información, descubrí esta maravilla vegetal, con aceite de coco virgen extra, que, aún sin dejar de ser una grasa, para consumo ocasional que, por supuesto, hay que controlar y no pasarse, es menos mala nutricionalmente hablando y está riquísima. Ya sé lo demonizado que está el aceite de coco, pero hay que buscar información veraz, apoyada en estudios serios, que los hay y muy buenos, y el resultado es que no es tan malo como lo pintan. Como todo, con moderación.
Al lío: esta mantequilla me la pongo sobre el pan de espelta (o de cualquier otra semilla o semillas), con mi mermelada sin azúcar, mi fruta variada, mi leche vegetal hidratada con semillas de chía y algún fruto seco y ya me diréis si es o no un desayuno de dioses el mío. Me da energía para aguantar lo que me echen.
La descubrí en el blog de Lucía Gómez Viñuela "Cocinando el cambio" que resulta muy interesante para todos aquellos que queremos comer sano, donde estoy aprendiendo muchas cosas nuevas sobre los alimentos, alguna de las cuales ya he empezado a aplicar en mi vida diaria. Os animo a que lo visitéis.
La textura es un poco menos sólida que la mantequilla común, como que se deshace en migas al cogerla con el cuchillo, pero eso no impide que se pueda extender sobre el pan sin problema.
Y ahora la receta, veréis qué super fácil:
Ingredientes:
1 taza (250 ml) de aceite
de coco (yo lo consigo en Eroski, en estado sólido)
3 cucharadas de AOVE
(aceite de oliva virgen extra)
1/3 de taza de leche de
avena (u otra leche vegetal)
Pizca de sal
1 cucharada de levadura
nutricional (opcional, en herboristería)
Pizca de cúrcuma
(opcional)
Preparación:
Derretir
el aceite de coco en el microondas.
Echarlo
en un bol junto con el AOVE, la leche, la levadura nutricional, la sal y la
cúrcuma.
Batir con batidora hasta que esté bien mezclado.
Echar
la mezcla en un molde y meterlo en la nevera para que se solidifique.
Sacar
la mantequilla de la nevera un poco antes de consumirla para que sea más fácil
extenderla en el pan y a disfrutar de un nutritivo desayuno.
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