Aquí tenéis un postre delicioso de suave textura, que no tiene nada que ver con las calorías del genuino tocino de cielo, porque éste no lleva nada de huevo y sí mucho zumo natural de naranja. Podéis incluso rebajarlo en azúcar si os apetece.
Pocos ingredientes y elaboración muy sencilla. Se prepara rápidamente, lo único que necesita es tiempo para que la gelatina haga su trabajo y cuaje. Si lo preparáis por la noche y lo dejáis en la nevera, por la mañana estará estupendo. Servidlo bien frío y ya veréis qué rico y ligero es.
Lo vi en el blog de Divina Cocina y su foto me resultó tan atractiva que no me pude resistir a hacerlo.
Ingredientes:
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400
ml de zumo de naranja natural
-
400
ml de nata
-
200
gr de azúcar
-
1
sobre de gelatina de naranja
Preparación:
Colar
el zumo de naranja por si tiene alguna impureza.
Disolver
la gelatina en medio vaso de zumo de naranja.
Poner
el resto de los ingredientes en un cazo al fuego.
Cuando
rompa el hervor retirar el cazo del fuego y dejar templar un poco.
Añadir
la mezcla de la gelatina y naranja y revolver bien hasta que se integre todo.
Echar
la mezcla en un molde que habremos engrasado levemente con aceite de girasol (yo
lo hice así) o con caramelo líquido al gusto.
Meter
al frigorífico hasta que cuaje (unas 4 horas mínimo o mejor toda la noche)
Desmoldar
en una fuente o bandeja y con un cortapastas ir sacando figuritas cuadradas o
redondas que iremos colocando en cápsulas de papel.
Si
se desea, se pueden adornar por encima con hilos de caramelo líquido.
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