Galletas para perros

Permitidme que hoy haga un inciso entre tartas y pasteles....

Mi amigo Jose me dijo un día: "¿Por qué no haces galletas para perros?" y me pareció muy buena idea porque nos permite premiar a nuestras mascotas con un producto del que sabemos perfectamente lo que lleva y podemos jugar a variar sus ingredientes, con tal de no meter ninguno de los alimentos prohibidos para ellos, y siempre con cautela vigilando cualquier posible intolerancia a alguno de sus componentes.
Así que me puse manos a la obra a buscar información por la red. Encontré una página "Entre Mujeres" de donde saqué esta receta.

Nuestra perra, que es una hembra de pastor alemán de un año de edad, es muy finolis y de momento sólo come el pienso adecuado a su edad. Se las ofrecí y me dijo que me las comiese yo. Las olía, las metía en la boca y las soltaba, así varias veces. Es normal, al principio, no conocen sabores y su paladar no está acostumbrado, hay que seguir ofreciéndoselas y ver cómo va reaccionando.

Estoy segura que cualquier otro perro que esté más acostumbrado a distintos sabores, se las comería en un pis pas. Yo las probé y os digo que si tuvieran azúcar estarían perfectas, como otra galleta cualquiera. Haré la prueba cualquier día y ya veréis.

No tenía un cortapastas adecuado, con forma de hueso o de perrito, así que utilicé uno con forma de pez.

Ingredientes:

-          Una taza de harina integral

-          50 gr de copos de avena

-          25 gr de mantequilla

-          Unas gotas de extracto de vainilla

-          Ralladura de medio limón

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes en un bol.

Ir añadiendo agua según vaya haciendo falta hasta conseguir una masa manejable que no se pegue a las manos.

Hacer una bola con ella y meterla entre dos hojas de papel film.

Estirar la masa con el rodillo.

Marcar las figuritas con el cortapastas.

Sacar el sobrante y disponer las figuras sobre un papel de hornear, sin engrasar, en una bandeja de horno.

Hornear unos 10 minutos a 200º hasta que adquieran color.

No dárselas al perro hasta que estén totalmente frías.

Conservar en un bote hermético.