jueves, 26 de mayo de 2016

Mermelada de nísperos








Yo no era muy aficionada a las mermeladas pero desde que las hago en casa, casi todos los días acompaño la tostada del desayuno con unas cucharaditas de mermelada. Son tan sencillas de preparar que es una pena no hacerlas una misma al gusto. Son además un bonito regalo artesanal, de gran valor para los que lo saben apreciar.

La técnica es prácticamente la misma para todas las frutas: lavarlas, pelarlas, cocerlas con el azúcar y el limón y envasarlas.

En esta ocasión quise hacerla de nísperos por ser menos común. Lo malo es que esta fruta no es de la huerta, sino del super, y claro,  no es lo mismo. Tampoco es muy rentable hacerla porque no es barata y de 600 gr de fruta limpia de pieles y semillas sólo sale un bote de mermelada y un poquito más que ya no da para llenar otro. Pero me apeteció probar y probé.

El níspero es una fruta procedente de China con muchas propiedades: depura el organismo, es antioxidante, ayuda al tránsito intestinal, es hidratante y buenísima para la piel, aporta importantes minerales como el potasio y el magnesio y encima es muy poco calórica, en fin, que no hay que dejar pasar su época sin aprovecharnos de sus beneficios.

Y, hablando de lo que aquí nos ocupa, es una fruta con mucha pectina lo cual ayuda a que espese con facilidad y no haya que estar demasiado tiempo cociéndola al fuego.

Ingredientes:


-          1 kg de nísperos, que una vez limpios se redujo a 600 gr
-          250 gr de azúcar de caña
-          zumo de 1/2 limón
       un clavo molido

Preparación:

Primero hay que lavar bien los botes de cristal y ponerlos dentro de una olla grande llena de agua fría junto con las tapas. Llevar a ebullición y mantenerlos en el agua hirviendo durante 15 minutos. Dejar enfriar, retirar del agua y dejar secar.

Mientras se esterilizan los botes, se puede ir preparando la fruta. Se lava bien bajo el chorro de agua fría. Se seca con papel de cocina, se pelan y se le quitan los huesos y la piel que recubre el interior.

Se pone el azúcar en una olla y se añaden los níspero troceados, el zumo de limón y el clavo. Se deja macerar la mezcla una hora a temperatura ambiente o toda la noche en la nevera si se quiere hacer al día siguiente.






Una vez transcurrido ese tiempo, la fruta habrá soltado su jugo. Se revuelve bien la mezcla y se pone al fuego medio, revolviendo con frecuencia hasta que hierva. Se mantiene así durante veinte minutos o media hora, siempre revolviendo con cuchara de madera, hasta que la fruta se haya deshecho casi del todo. En ese punto si se desea se puede pasar una batidora o aplastar la mezcla para homogeneizarla o si se prefiere se puede dejar tal cual.





Una vez lista la fruta se llenan los botes con cuidado y se cierran con las tapas apretándolas bien.


Se meten en una olla grande con agua fría que los cubra del todo y se pone la olla al fuego. Deberán hervirse durante veinte minutos y luego se dejan enfriar dentro del agua. Cuando haya enfriado se sacan, se etiquetan y ya estarán listos para guardar durante varios meses.





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