Siempre tengo en casa un "fondo de despensa" para mis postres porque soy muy impulsiva a la hora de decidir qué hacer y, excepto en ocasiones en que lo planeo cuidadosamente, -bien porque sea una receta que llevo tiempo queriendo probar o porque alguien me la pida expresamente-, en general me dejo llevar por aquello que me apetece más en ese momento, pero para ello necesito tener una variedad considerable de ingredientes en casa, de manera que al ponerme manos a la obra no me encuentre con que me falta esto o aquello.
Tenía una buena reserva de hojaldre en la nevera, así que este fin de semana, además de la receta anterior, también lo utilicé en esta tarta tan atractiva de frutas, con esa explosión de color que entra por los ojos y el contraste de los sabores dulces con los ácidos. Es una tarta muy ligera y bien fresquita está deliciosa.
La mayoría de las fotos las saqué antes de darle el baño de brillo final que preparé con unos sobrecitos de brillo para tartas que compré en Lidl y que le dan un acabado más bonito. También se puede hacer con gelatina neutra, siguiendo las instrucciones del envase, y queda igualmente bien.
Observad en estas dos fotos la diferencia de la tarta con brillo y sin brillo
Ingredientes:
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Una plancha de hojaldre cuadrada
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1 huevo batido para pincelar el hojaldre
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Frutas al gusto (yo puse 1 kiwi, 125 g de frambuesas, 125 g de
arándanos y 3 fresones)
Para la crema pastelera:
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½ litro de leche
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4 yemas de huevo
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50 gr de Maizena
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100 gr de azúcar
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Un palo de canela
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La piel de un limón (sólo la parte amarilla)
Mezclar las yemas con la Maizena. Poner la leche
a calentar con el azúcar, la cáscara de limón y la canela. Cuando empiece a
hervir retirar del fuego y dejar infusionar. Cuando esté templada la leche
añadir la mezcla de yemas y poner a calentar de nuevo, a fuego medio, sin dejar
de revolver, hasta que espese. No dejar que hierva. Echar la mezcla en una bandeja
y dejar enfriar tapada con film. Reservar en la nevera.
Preparación:
Precalentar
el horno a 200º.
Estirar la
plancha de hojaldre sobre el papel que la envuelve y doblar los bordes de la
plancha hacia dentro dibujando con un tenedor unas muescas todo alrededor.
Pinchar el
interior del hojaldre con un tenedor para que no suba en el horno. Así sólo
subirán los bordes que hemos doblado.
Pincelar los
bordes – sólo los bordes- del hojaldre que hemos doblado hacia dentro con huevo
batido.
Colocarlo en
una bandeja y hornear hasta que el
hojaldre esté dorado (entre 10 y 15 minutos). Si veis que a pesar de haber
pinchado la superficie del hojaldre éste se abomba y sube, abrid el horno y
pincharlo de nuevo otra vez.
Cuando esté
listo, sacar del horno y dejar enfriar.
Preparar la
crema pastelera (ver las instrucciones más arriba).
Lavar y
trocear las frutas.
Cuando tanto
el hojaldre como la crema pastelera hayan enfriado, cubrir con ésta toda la
superficie del hojaldre alisándola lo mejor posible.
Colocar
sobre ella las frutas de modo decorativo
Preparar el
brillo siguiendo las instrucciones del envase y pincelar con él la superficie
de la tarta (no pongáis tanto como yo que me pasé un poco, os quedará más
bonito)
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