Me gustan las conservas caseras, me gusta hacerlas y me gusta disfrutarlas después con la tranquilidad que da el saber qué lleva lo que te estás comiendo. Además de disfrutarlas, me gusta tenerlas en mi despensa y poder obsequiar con ellas a la gente que quiero cuando me apetece hacerlo. En ocasiones también me regalan a mí y es algo que valoro muchísimo porque se el trabajo que conlleva y el cariño que se pone en ello.
Hoy os traigo una mermelada de fresas y os animo a que la hagáis en vuestra casa. Es muy fácil porque no hay que preparar apenas la fruta, sólo quitarle el rabillo y cortarla y se cuece enseguida. Y luego, cuando la pongáis en vuestras tostadas para el desayuno o cuando endulcéis vuestro yogur griego o natural con una cucharada de esa mermelada casera, vais a saber lo que es gloria bendita.
Ingredientes (para 3 ó 4 botes según tamaño):
-
1 kg
de fresas
-
700
gr de azúcar
-
zumo
de 1 limón
Preparación:
Primero
hay que lavar bien los botes de cristal y ponerlos dentro de una olla grande
llena de agua fría junto con las tapas. Llevar a ebullición y mantenerlos en el
agua hirviendo durante 15 minutos. Dejar enfriar, retirar del agua y dejar
secar.
Mientras
se esterilizan los botes, se pueden ir preparando las fresas. Se lavan bien
bajo el chorro de agua fría. Se secan con papel de cocina, se les quita el
rabillo y se trocean.
Se
pone el azúcar en una olla y se añaden las fresas y el zumo del limón. Se deja
macerar la mezcla una hora a temperatura ambiente o toda la noche en la nevera si
se quiere hacer al día siguiente.
Una
vez transcurrido ese tiempo, la fruta habrá soltado su jugo. Se revuelve bien
la mezcla y se pone al fuego medio, revolviendo con frecuencia hasta que hierva.
Se mantiene así durante veinte minutos o media hora, siempre revolviendo con
cuchara de madera, hasta que la fruta se haya deshecho casi del todo. En ese
punto si se desea se puede pasar una batidora para homogeneizar la mezcla o si
se prefiere se puede dejar tal cual.
Es
posible que en la superficie se haya formado una espuma de color rosa que se
puede retirar con una espumadera. No pasa nada si se deja pero la mermelada tendrá
un aspecto más bonito si se retira.
Una
vez lista la fruta se llenan los botes con cuidado y se cierran con las tapas
apretándolas bien. Se meten en una olla grande con agua fría que los cubra del
todo y se pone la olla al fuego.
Deberán hervirse durante veinte minutos y
luego se dejan enfriar dentro del agua. Cuando haya enfriado se sacan, se
etiquetan y ya estarán listos para almacenar en sitio resguardado de la luz durante varios meses.
Y ya podemos disfrutar de nuestra rica mermelada.
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