martes, 24 de febrero de 2015

Bizcocho de harina de espelta

La espelta es un cereal con grandes propiedades nutricionales. A pesar de no ser muy conocido, su origen data de hace varios siglos,  ya en la Edad Media se consumía en Europa y mucho antes en el antiguo Egipto y China. Es una variedad de trigo, con menos gluten que éste, que nos aporta fibra y vitaminas del grupo B, además de ser más digestiva y menos calórica que el trigo común. Contiene minerales y proteínas de elevado valor biológico siendo, por tanto, muy adecuada para complementar una alimentación sana y equilibrada.
Este bizcocho está hecho según una receta que me dio mi amiga Elisa, aunque creo que ella lo hizo con zanahoria y yo elegí la opción de la manzana porque me encanta como  queda en los bizcochos.
De éste, me gustó tanto el sabor como la textura. Contra lo que pueda parecer, no resulta difícil de digerir y queda muy suave y jugoso.
Al día siguiente lo encontré aún más sabroso.








Ingredientes:

-      2 vasos (de los de agua) de harina de espelta integral
-      1 vaso de azúcar de caña
-      3 vasos de zanahoria o manzana rallada
-      3 huevos
-      ¾ de vaso de aceite de oliva suave
-      ¾ de vaso de pasas
-      ½ vaso de nueces troceadas
-      2 cucharadas de levadura Royal
-      1 cucharadita de sal
-      2 cucharaditas de canela



-       
Preparación:

Mezclar los huevos con el azúcar y batirlos con la batidora de varillas durante unos minutos hasta que la preparación blanquee.

Añadir el aceite

Añadir a cucharadas la harina junto con la levadura, la sal y la canela  bien mezcladas y tamizadas. Batir hasta que no queden grumos.

Ahora añadir la manzana (o la zanahoria)  y revolver la preparación a mano con una espátula.

A continuación añadir las nueces y las pasas y revolver apenas para que no se vayan al fondo.



Echar la preparación en un molde engrasado y enharinado y meterlo inmediatamente al horno precalentado a 180º unos 35 minutos o hasta que al meter una brocheta ésta salga seca.

Desmoldar y dejar enfriar sobre rejilla.




  




jueves, 19 de febrero de 2015

Orejas de carnaval

Otra receta carnavalera son las orejas. Tampoco las había hecho nunca y me lancé a por ellas. La receta la saqué de la web "directoalpaladar.com", doblando cantidades.

No conseguí que me salieran tan finas como yo quería. Según estiraba la masa no tenía problema, me salía fina, casi transparente, pero al ponerlas en el aceite se encogían, lo cual me lleva a pensar que el problema estuvo  en el amasado, creo que debía haber amasado menos y haber dejado reposar un poco más la masa para que ésta se relajase. Pero tenía poco tiempo y está claro que esta clase de recetas son para hacer con calma y sin prisas. 

Pero de sabor estaban buenísimas.




Ingredientes:

-      500 g de harina
-      100 g de mantequilla
-      50 ml de anís
-      200 ml de agua tibia
-      120 g de azúcar glass
-      2 huevos
-      ralladura de 1 limón
-      pizca de sal
-      aceite de girasol para freirlas



Preparación:

Mezclar todos los ingredientes, excepto la harina, en un bol hasta que se integren bien todos.
Añadir poco a poco la harina tamizada.



Mezclar bien y luego amasar con las manos hasta conseguir una masa elástica y manejable. Tapar con film transparente y dejar reposar una hora.



Transcurrido ese tiempo, coger la masa y hacer pequeñas bolas del tamaño de una nuez más o menos.



Engrasar ligeramente la superficie de trabajo y el rodillo y estirar la masa en tiras tan finas como un papel, dándoles forma de oreja (o no, eso es al gusto)




Calentar el aceite en una sartén e ir friendo las tiras de masa de tres en tres más o menos, para que nos de tiempo a darles la vuelta y que no se nos quemen.




Cuando estén doradas por ambos lados sacarlas y escurrirlas sobre papel absorbente.




Una vez frías espolvorearlas con azúcar normal, azúcar glass o también con canela.






Flores de carnaval

Aunque sea a toro pasado voy a publicar mis flores de carnaval sobre todo porque son las primeras que hice en mi vida y tampoco es imprescindible que sea carnaval para comérselas ¿no?

Tenía el molde desde hace tiempo esperando en el fondo del cajón su oportunidad y por fin me decidí a estrenarlo. Busqué recetas por la red y elegí la de mi admirada Pilar de "La cocina de Lechuza" uno de mis blogs preferidos, donde siempre aprendo algo, con la variante de que ella recomienda ponerle limón o anís, yo le puse un poco de cada cosa.

La experiencia fue más grata de lo que esperaba, creía que sería más latoso y no fue para tanto. Las dos o tres primeras salieron regular tirando a mal, no se me despegaban del molde, estaba tan concentrada que casi me olvido de sacar las fotos, jaja. Luego ya le cogí el tranquillo y ya me salieron sin dificultad.

Un par de detalles a compartir: como en aquel momento no tenía aceite de girasol en casa, utilicé aceite de oliva suave, pero no, no lo hagáis así, pues aunque sea suave camufla los otros sabores, es preferible el de girasol.

Y cuidado con el aceite, jugad con la temperatura vigilando que no se queme y el molde siempre dentro del aceite para que no se enfríe, ha de estar muy caliente para que la masa agarre bien.







Ingredientes:

-          150 g de harina
-          250 ml de leche (a temperatura ambiente)
-          1 huevo
-          1 cucharada de azúcar
-          una pizca de sal
-          una copa de anís
-          ralladura de limón
-          2 litros de aceite de girasol





Preparación:

Hacer un volcán con la harina y meter en el centro, el huevo, el azúcar, el anís el limón y la leche.

Batir todo con la batidora de varillas

Echar los dos litros de aceite en una sartén honda y ponerla al fuego

Meter el molde dentro del aceite para que se caliente también





Cuando esté bien caliente el aceite levantar el molde, dejar escurrir unos segundos e introducirlo en el bol donde tenemos la masa, sin meter el molde del todo, que no sobrepase la parte superior del mismo, escurrir un poco e introducirlo en el aceite bien caliente.






La flor se forma inmediatamente y ella solita se desprenderá del molde.




Darle la vuelta y cuando esté dorada por ambos lados, sacarla con una espumadera y ponerla en una bandeja cubierta con papel de cocina para absorber el aceite sobrante.

Cuando hayan enfriado, espolvorear sobre ellas azúcar normal, o glass o una mezcla de azúcar glass y canela, o miel…… al gusto de cada cual.



lunes, 9 de febrero de 2015

Bizcocho marmolado

Bueno, esta vez ya no tuve problema con el bizcocho marmolado (id a "tarta bizcocho mármol y chocolate" pinchando  aquí y lo entenderéis jaja).  

La receta está copiada del libro "Bizcochos" de Webos Fritos, que recomiendo. Es una recopilación de recetas de bizcochos de diferentes tipos, de la creadora del blog, Susana Pérez, que están muy bien explicadas y del que seguramente copiaré más de una. 

Ella a su bizcocho mármol le pone Nutella, yo le puse cacao.

Es un bizcocho muy vistoso y nada difícil. Está muy rico y envuelto en film se conserva estupendamente en la nevera unos días.





Ingredientes:

-          6 huevos
-           200 g de mantequilla a punto pomada
-          200 gr de azúcar
-          300 g de harina
-          12 gr de levadura Royal
-          ralladura de 1 naranja
-          2 cucharadas colmadas de cacao Valor
-          Una pizca de sal




Preparación:

Precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo.

Engrasar un molde rectangular y cubrirlo con papel de hornear.

Separar las claras de las yemas de cinco de los huevos. Reservar el  sexto.

Mezclar las yemas con el azúcar y batir con varillas durante 5 minutos o hasta que la preparación blanquee.



Añadir el huevo restante y la mantequilla. Batir 5 minutos más.

Incorporar la harina y la levadura tamizadas y batir 1 minuto. Acabar de mezclar a mano. Reservar.



Montar las claras, con la sal,  a punto de nieve.




Añadir las claras a la mezcla reservada, haciéndolo a mano con movimientos envolventes.




Repartir la masa en dos recipientes a partes iguales. 
En uno de ellos añadir el cacao y en el otro la ralladura de naranja.




Echar las masas en el molde alternando los colores.

Finalmente, con una brocheta, hacer espirales por toda la superficie para que se forme un dibujo irregular.




Hornear unos 30 minutos y pinchar con un palillo, si sale seco ya está listo, si aún sale húmedo dejarlo entre cinco y diez minutos más.




Desmoldar y dejar enfriar sobre rejilla.




lunes, 2 de febrero de 2015

Roscón más esponjoso

Este fin de semana hice un nuevo roscón, es un dulce que siempre se agota porque si no se come tal cual, aunque se seque un poco, vale para el desayuno y está riquísimo siempre. 

Pero hace tiempo que quería probar nuevas recetas para conseguir más esponjosidad. Me puse a buscar por la red pero hay tanta información y tan variada al respecto,  que si me pusiera a practicar todo lo que estuve mirando me convertiría en la gurú de las roscas, porque tendría  material para hacer roscones y trenzados durante todo el año.

Así que, tras navegar por distintos blogs, ver vídeos y comparar recetas, cogí aquello que la mayoría tienen en común, que son los tiempos de levado de la masa. Hice una media y saqué mis propios tiempos así que, sin variar la receta que ya  tenéis aquí, (en la sección de bizcochos) únicamente le di más tiempo de reposo a la masa. El resultado fue espectacular:  suave, esponjosa y sabrosísima.

Os animo mucho pero mucho a que lo intentéis, de verdad que no es nada difícil, sólo que no se puede hacer con prisas, hay que darle su tiempo. Sólo hay que mezclar ingredientes, amasar y… esperar…., seguro que estará más rico que muchos de los que hayáis comprado.








Os pongo aquí los tiempos que yo hice:

1.- Masa madre (20 minutos) tal como está en la receta.

2.- Una vez mezclados los ingredientes y añadida la masa madre, amasé durante unos diez minutos, estirando y doblando la masa sobre sí todo el rato.

3.- La metí en un bol, tapada con un paño limpio de algodón, dentro del horno tibio, puse 50º y apagué, (como en mi horno no puedo poner menos de 50º, abrí un poco la puerta del horno para que bajase un poquiiiito la temperatura, porque ya me enteré que 50º es excesivo para la levadura, pierde efecto)

4.- Ahí se quedó tranquilita por tres horas, incluso podían haber sido dos, pero yo la dejé una hora más. Al sacarla había doblado con creces su volumen.

5.- Como era por la noche, la saqué del horno, le dí un pequeño amasado para desgasificar,  volví a ponerla en un bol tapada y la metí en la parte baja del frigorífico toda la noche (porque así, la levadura sigue haciendo su trabajo pero de manera más lenta).

Para mí, es la forma más práctica de preparar el roscón porque no me tengo que quedar toda la tarde en casa esperando por él. Preparo los pasos del 1 al 5 por la noche, cuando estoy en casa, y por la mañana los tiempos ya son cortos. Además, si prolongamos un poco el tiempo de levado marcado en la receta tampoco pasa nada. Cada uno tiene que planificar la mejor forma de hacerlo, contando con los tiempos de espera.

6.- Por la mañana la saqué del bol. Estaba impresionante de crecida. La dejé dos horas tal cual estaba, a temperatura ambiente en un sitio libre de corrientes (porque tenía ocupado el horno, que si no la habría metido en él).

7.- Dos horas después la saqué del bol, le di forma al roscón y lo metí de nuevo tal cual al horno tibio otra hora, transcurrida la cual, pinté la superficie con huevo batido, (con mucha delicadeza para no pincharlo), lo adorné con unas guindas y almendra picada, -porque las frutas confitadas siempre quedan en el plato-, y al horno precalentado a 180º unos 25 min.

Ya vi que según pasaban los minutos se iba poniendo hermoso. No le había puesto aro en el centro y creí que se iba a cerrar del todo pero finalmente aún quedó un huequecito.

Y así tuve listo mi roscón, a la hora de comer, todavía calentito y fresquísimo.

No os digo más.