Estos pastelitos tan ricos son uno de los dulces más conocidos de la repostería portuguesa. Se cree que datan del siglo XVIII y fueron creados por las monjas del convento de los Jerónimos, situado en la freguesía de Belem, a las afueras de Lisboa. Actualmente se elaboran en la fábrica "Pasteis de Belém" donde se preparan unos veinte mil pastelitos por día, llegado a doblar esa cantidad si se trata de un día festivo o fecha señalada y su receta original se guarda celosamente desde su creación. Se dice que sólo la conocen tres personas en todo el planeta. Los empleados de la fábrica han de firmar un contrato de confidencialidad para poder trabajar allí. Por lo tanto, hay muchas variantes de la receta; yo he buscado varias y finalmente me he quedado con la que presenta la bloguera de "Sabor Intenso", que es una chica portuguesa, por aquello de que siendo un dulce de su país, su receta me da más confianza.
Los moldes que he utilizado son las clásicas flaneras, aunque la primera vez que los hice los preparé en moldes de papel de aluminio que valen también. Cuando vaya a Portugal intentaré hacerme con los genuinos que son más anchos en la base y menos altos que las flaneras.
Espero que os gusten. A mí me encantan.
Ingredientes para unos 24 pastelitos
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2 planchas de hojaldre
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500 ml de leche
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cáscara de limón
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1 palo de canela
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60 gr de harina
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500 gr de azúcar
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250 ml de agua
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7 yemas
Enrollar la masa de hojaldre haciendo un cilindro, cortar rodajas de 2 ½ cm de grosor y colocarlas en los moldes apretando bien con los pulgares desde el centro hacia los lados hasta cubrir el molde, procurando que en el centro la masa quede más fina que en los bordes.
Mezclar un poco de leche con la harina.
Poner en un cazo el resto de la leche al fuego con la canela y el limón. Cuando hierva, añadir la harina y mezclar. Cuando hierva otra vez, apagar el fuego
Calentar en otro cazo el azúcar con el agua. Cuando hierva, dejarlo hirviendo 3 minutos.
Añadirlo a la leche en forma de hilo sin dejar de revolver. Cuando se haya mezclado bien, colar la preparación por si quedara algún grumo y dejar templar.
Batir las yemas y añadirlas despacio a la mezcla de la leche y harina y revolver todo muy bien.
Echarlo en los moldes sin llegar a llenarlos del todo.
Meter al horno a 240º, 17 min.
Al tostarse, sacarlos del horno y dejarlos enfriar.
Espolvorear con canela y si queréis también con azúcar glass.
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