Los pasteles de gloria son una de las recetas típicas de la Navidad de origen andaluz. Su ingrediente principal es el mazapán y se suelen rellenar de yema de huevo o batata. A mi me gustan desde la primera vez que los probé y siempre había querido hacerlos pero fueron quedando hasta este año que por fín me decidí.
La receta es del blog "El invitado de invierno", de Miriam García, que me encanta porque tiene cosas muy interesantes, unas fotos preciosas y además Miriam tiene una forma muy graciosa de explicar las cosas.
La receta es del blog "El invitado de invierno", de Miriam García, que me encanta porque tiene cosas muy interesantes, unas fotos preciosas y además Miriam tiene una forma muy graciosa de explicar las cosas.
No es un dulce que se haga rápido. El mazapán se prepara enseguida pero es la yema la que resulta más delicada puesto que hay que cocinarla con un almíbar de agua y azúcar, a baja temperatura, y con mucho cuidado para que no se queme. Y luego rellenarlos y cerrarlos bien para que la yema no se salga.
Yo, por prudencia para que no se me fuera a quemar la yema, la retiré del fuego antes de tiempo y hubiera necesitado espesar un poquito más. Eso me habría hecho más fácil la tarea del rellenado.
En todo caso, están muy ricos pero ya sabéis, "a modiño" con los dulces que éstos son muy calóricos y luego pasa lo que pasa. Yo he avisado.
Si queréis ver los dulces y postres de Navidad de años anteriores, los tenéis a continuación (pinchad en el nombre):
Y YA SÓLO ME QUEDA DESEAROS QUE PASÉIS UNA MUY FELIZ NAVIDAD
Y, para terminar, la receta de los pastelitos, por supuesto:
Ingredientes:
Para
el mazapán:
250 gr de almendra cruda
molida
250 gr de azúcar
1 clara de huevo (yo le
puse 2)
Para
el relleno:
8 yemas de huevo
150 gr de azúcar
75 ml de agua
Cáscara de limón (la parte
amarilla)
Preparación:
Mezclamos
la almendra con el azúcar y luego le añadimos la clara de huevo.Amasamos todo
con las manos hasta que se obtenga una masa lisa y que apenas se pegue a las
manos. La envolvemos en film de plástico y la dejamos reposar una media hora.
Mientras
tanto, hacemos un almíbar con el azúcar y dejamos que hierva el agua hasta que
alcance el punto de bola (unos 118-120º
si lo mides con termómetro), si no tienes termómetro, verás que está listo
cuando haya espesado el líquido y si echas un poquito en la encimera puedes
formar una bola con los dedos al enfriarse).
Batimos
un poco las yemas con un tenedor y las colamos.
Cuando
el almíbar esté listo vamos añadiéndoselo a las yemas en forma de hilo, sin
dejar de revolver con unas varillas para que no cuaje.
Después
volvemos a poner la mezcla a fuego bajo, revolviendo con varillas, hasta que
espese. Ojo que no se os vaya a quemar. Cuando esté lista, la dejamos enfriar
del todo.
Cogemos
el mazapán y vamos haciendo bolitas de igual tamaño. Les hacemos un agujero en
el centro y rellenamos con la yema. Luego cerramos la bola con cuidado que no
se salga la yema.
Las
boleamos un poco sobre azúcar glass para darles una forma lo más parecida
posible y los colocamos en una bandeja de horno. Luego los pintamos con un poco
de yema mezclada con agua para darles color.
Encendemos
el grill del horno a temperatura fuerte y horneamos los pastelitos lo justo para
que tomen un poco de color en su superficie y en cuanto cojan color los
retiramos del horno de inmediato y los espolvoreamos con azúcar glass.
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