Esta tarta la preparé para el cumpleaños de mi suegra (91, casi ná). Quería hacer una tarta bonita pero no quería una tarta repetida así que me puse a buscar y encontré ésta en el blog de Loli Domínguez. Tiene un nombre tan imponente que pensé que, si era acorde a él, sería complicada, sin embargo en cuanto me metí a fondo ya ví que no era difícil.
Es una tarta de hojaldre y crema diplomática (otra denominación muy graciosa), también conocida como crema bávara y que, al final, no es más que crema pastelera de toda la vida mezclada con nata montada y gelatina (aunque yo aquí no la puse) pero, eso sí, rebuena.
Queda resultona y es muy rica. Para adelantar, se puede preparar la crema pastelera de víspera. Al día siguiente queda añadirle la gelatina hidratada en un poco de agua, montar la nata pero no muy fuerte, mezclar todo, hornear las planchas de hojaldre y cubrirlas con la crema.
Os animo a hacerla, es una tarta fácil, bonita y montándola os vais a divertir.
Ingredientes:
4 yemas de huevo grandes
1 huevo grande
700 ml de leche entera
50 gr de Maizena
180 gr de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
500 ml de nata para montar
3 planchas rectangulares de hojaldre
Azúcar glass
Almendra crocanti
Cerezas en almíbar y hojas de menta para decorar (opcional)
Preparación:
Lo primero es preparar una crema pastelera
con las yemas y el huevo, la leche, la Maizena, el azúcar y la vainilla. Podéis
ver el procedimiento para la preparación de la crema pastelera exprés aquí. Luego dejamos que se enfríe y
reservamos en la nevera.
Montamos la nata hasta que empiecen a verse
los surcos y cuando esté lista la mezclamos con la crema pastelera hasta
integrarla (si ésta se ha quedado muy dura la batimos un poco antes con las
varillas). Reservamos en la nevera.
Cubrimos la placa de hojaldre con azúcar
glass, la cubrimos con papel de hornear y le colocamos una bandeja de horno
encima. La horneamos así, para que quede planita, 15 minutos a 190º. Pasado ese
tiempo, retiramos la bandeja y el papel y seguimos horneando hasta que esté doradito.
Hacemos lo mismo con las otras dos planchas
de hojaldre.
Preparamos una plantilla de papel con la
forma rectangular que le daremos a la tarta y así vamos cortando los
rectángulos de hojaldre todos iguales. Saldrán seis.
Montaje:
Colocamos cuatro tiras de papel sobre la
bandeja de servir y sobre éstas ponemos un rectángulo de hojaldre, así al
rellenar no mancharemos la bandeja. Ponemos sobre el hojaldre una capa generosa
de crema y la extendemos bien. Colocamos encima otro rectángulo de hojaldre y
así sucesivamente, finalizando con una capa de crema. Metemos en la nevera una
media hora.
Pasado ese tiempo, se recortan un poco los
laterales para que queden perfectos y la tarta se vea más bonita.
Decoramos la parte superior de la tarta con
la almendra crocanti dejando un espacio libre en el centro.
Hacemos un dibujo alrededor, con una boquilla
rizada, con la crema sobrante y en el medio colocamos las guindas y las hojitas
de menta.
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