El otro día cogí la revista Lecturas y me fui directamente a la sección de recetas y dentro de ésta a la de postres a ver qué había por allí. Encontré una tarta de queso con chocolate que me llamó la atención, me pareció fácil y como no había planeado todavía el postre, decidí hacerla, a ver qué tal me salía.
El resultado, en mi opinión, muy rico. A destacar, el crujiente de la base pero el chocolate, realmente, aún hoy me pregunto qué sentido tiene en este postre, porque el sabor predominante es el queso (y eso que yo le puse parte de mascarpone, que aún tiene menos sabor que el philadelphia que indica la receta), total, que el chocolate lo veo bien como adorno, si se quiere, pero lo que se dice en aportar sabor no me ha parecido nada notable.
Por lo demás bien, se prepara rápido y no requiere ser hecho de víspera que es lo que a veces me fastidia los planes cuando se me antoja hacer alguna tarta "repentina".
Ahí os va la receta.
Ingredientes:
300 gr de galletas María o similar (yo Digestive)
125 gr de mantequilla
80 gr de crocanti de almendra
600 gr de queso Philadelphia (yo la mitad la puse de mascarpone)
4 huevos
250 ml de nata para montar
125 gr de azúcar
1 cucharada de esencia de vainilla
25 gr de Maizena
100 gr de chocolate fondant
Preparación:
Precalentar
el horno a 180º (yo puse el turbo).
Triturar las
galletas sin llegar a pulverizarlas,
mejor aplastarlas a mano con un rodillo que meterlas en el robot, deben
quedar troceadas de manera que al comer la tarta se note el fondo crujiente.
Mezclarlas con la mantequilla derretida y el crocanti.
Forrar la
base de un molde desmontable con papel vegetal y sobre el papel ir colocando
las masa de galleta triturada, procurando que quede una capa uniforme.
Hornear 15
minutos y reservar.
Mientras
tanto, batir los huevos con el azúcar, luego añadir la vainilla, la nata y la
Maizena mezclando bien todo.
A
continuación añadir el queso, poco a poco, hasta integrarlo bien.
Verter la
masa en el molde y nivelar la superficie con una espátula o una cuchara.
Cortar el
chocolate en trozos y derretirlo al baño maría o en el microondas con mucho
cuidado de que no se queme (en períodos de 15 segundos)
Meterlo en
una manga pastelera o un biberón y hacer sobre la masa unos círculos
concéntricos o el dibujo que os apetezca más.
Hornear unos
40 minutos o hasta que al meter un palillo éste salga casi seco.
Mantener la
tarta en el horno con la puerta entreabierta, poniendo un paño de cocina
doblado para que no se cierre, y vaya perdiendo lentamente temperatura, hasta
que esté casi frío, así tenemos la seguridad de que la tarta no se nos
desinflará. Meterla en la nevera, una vez fría del todo, unas tres horas.
(No la
desmoldéis hasta sacarla bien fría de la nevera. Yo lo hice en caliente porque
tenía prisa y se me resquebrajó un poco la superficie, no es importante pero
pierde estética).
Tarta exquisita. La receta sale perfecta. Yo la hice con mascarpone y philadelphia y en casa chuparon hasta los dedos. Recomendable 100%.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegro de que os haya gustado.
ResponderEliminarPido disculpas por no haber respondido antes, he tenido el blog bastante inactivo este verano.
Un saludo.