martes, 22 de mayo de 2018

Pastel ruso






A pesar de su nombre, éste es un pastel de lo más español, concretamente es uno de los postres más típicos de Huesca, y no tiene nada que ver con el ruso de Bilbao, que tiene una elaboración e ingredientes muy diferentes. Ese lo haré otro día porque es más calórico.

Sin extenderme mucho, os cuento un poquito sobre su historia: al parecer, la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III se llevó consigo sus cocineros españoles cuando se fue a la corte francesa. Con motivo de la Exposición Universal de París, en 1855, en un banquete celebrado en honor de Alejandro II,  Zar de Rusia, la emperatriz hizo servir este postre, el cual enamoró al Zar, que pidió que se le transmitiese la receta a sus cocineros. De ahí le viene el nombre.

Es un postre ligero y muy sabroso que consiste en unas planchas finas de bizcocho de merengue relleno de una masa de almendra, mantequilla y avellana. No tiene una elaboración complicada y se hace enseguida. En casi nada tendréis listo un postre rico, ligero y con mucha tradición.


Ingredientes:

4 claras de huevo
50 gr de almendra cruda molida
50 gr de almendra tostada molida
100 gr de azúcar glass

Para la crema:

139 ml de leche
2 yemas
50 gr de azúcar
15 gr de Maizena
60 gr de avellanas molidas
100 gr de mantequilla a punto pomada

Preparación:

Precalentamos el horno a 180º

Para preparar el bizcocho, juntamos las almendras y el azúcar glass.

Montamos las claras a punto de nieve y mezclamos todo con movimientos envolventes.




En una placa, forrada con papel vegetal, extendemos bien la masa alisando la superficie.
Llevamos al horno durante 10-12 minutos.


Cuando esté cocida, la sacamos del horno, esperamos a que enfríe y la cortamos en dos partes iguales.



Para preparar la crema, batimos la leche con las yemas, el azúcar y la Maizena. Ponemos al fuego medio revolviendo hasta que veamos que espesa.

Cuando alcance la textura de una crema pastelera, retiramos del fuego. Añadimos la mantequilla y las avellanas. Removemos bien y dejamos enfriar.




Montamos al pastel poniendo la crema sobre una de las placas del bizcocho. Cubrimos con la otra y espolvoreamos con azúcar glass.









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