Qué tiempo hacía que quería hacer una tarta con muuuuucho chocolate, una tarta de ésas que las ves y piensas en el pecado mortal que sería meterte entre pecho y espalda un buen trozo....
Pero, dietas aparte, este fin de semana pasado había un cumpleaños que celebrar y además de alguien a quien le gusta el chocolate casi tanto como a mí, así que ya tenía la excusa perfecta, había que hacer una tarta especial, que le gustase a la homenajeada y que fuese bonita, como debe ser una tarta de cumpleaños, que un año más de vida siempre es un motivo muy bonito que celebrar.
El bizcocho de la tarta está tremendo de bueno y la cobertura podéis imaginaros, chocolate con nata, para poner los ojos en blanco. Y, como es una tarta para tomar en trozos pequeños, al día siguiente está más rica todavía.
Algunas de vosotras me habéis preguntado por las rosas. Pues no, no son difíciles de hacer. Se deja solidificar un poco la ganache de chocolate y luego es cuestión de rellenar una manga pastelera con una boquilla de estrella abierta, tamaño mediano-grande, y hacerlas empezando por el centro, ir girando en un movimiento de espiral y listo.
Vamos con la receta.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
6 huevos
130 gr
de chocolate negro
130 gr
de mantequilla
200 gr
de azúcar moreno
130 gr
de harina de repostería
1 sobre
de Royal
mermelada de albaricoque o ciruela
1
chorrito de esencia de vainilla
1 pizca
de sal
Para el almíbar:
200 gr
de azúcar blanquilla
200 ml
de agua
1 copa
de brandy
Para la ganache
½ litro
de nata para montar
650 gr de chocolate negro Nestlé Postres
Preparación:
Derretir
el chocolate al baño María o en el microondas en tiempos de un minuto y otro de
reposo, hasta que se quede líquido, con cuidado de que no se queme.
Añadir
la mantequilla para que se vaya deshaciendo en el chocolate caliente.
Dejar
enfriar un poco y luego añadir las yemas una a una sin dejar de batir para que
el huevo no cuaje. Añadir
la vainilla y dejar reposar.
Batir
las claras a punto de nieve con el azúcar
Tamizar
la harina con la levadura y la sal.
Añadir
la mezcla del chocolate a las claras manualmente, en forma envolvente.
Añadir
a esta mezcla la de harina que hemos tamizado.
Preparar
un molde y echar en él la mezcla. Hornear a 180º unos 45 minutos o hasta que al
pinchar con una brocheta salga seca.
Mientras
se hornea el bizcocho preparamos el almíbar mezclando el agua con el azúcar en
un cazo. Cuando hierva, añadiremos el brandy y dejaremos que siga hirviendo a
temperatura baja unos 4 minutos. Retirar del fuego y dejar enfriar del todo.
La
ganache, con la que rellenaremos la tarta y montaremos las rosas, se prepara
poniendo la nata al fuego en un cazo. Cuando esté casi a punto de hervir,
apagamos el fuego y añadimos el chocolate troceado, revolviendo hasta que se disuelva
del todo. Después dejaremos que enfríe y se vaya espesando hasta que se pueda
trabajar con él.
Volvemos
al bizcocho, que ya estará casi frío y con una lira o un cuchillo afilado lo
cortamos en tres discos de igual grosor.
Colocamos
el primer disco en el plato donde serviremos la tarta, cuidando de poner debajo
unos trozos de papel de aluminio o de hornear para que no se nos manche nada al
trabajar con el chocolate.
Vamos
calando el bizcocho con el almíbar, bien empapado.
Cubrimos
con una capa de mermelada y a continuación con otra capa fina de ganache.
Colocamos
encima el segundo disco y seguimos el mismo procedimiento.
Colocamos
el tercer disco y lo empapamos bien con el almíbar sin nada más.
Ahora
cubrimos toda la superficie y los lados del bizcocho con una capa fina de
ganache. Si no queda perfecta no importa porque vamos a cubrirla con las rosas.
Cuando
la ganache ya haya cuajado lo suficiente como para moldearla sin que se nos
venga todo abajo, la metemos en una manga pastelera con boquilla en forma de
estrella abierta.
Comenzamos a crear las rosas del contorno del bizcocho. Se empieza por el centro y se sigue haciendo una espiral terminando la rosa por la parte de abajo, pegada al plato, así sucesivamente hasta cubrir todos los laterales.
Comenzamos a crear las rosas del contorno del bizcocho. Se empieza por el centro y se sigue haciendo una espiral terminando la rosa por la parte de abajo, pegada al plato, así sucesivamente hasta cubrir todos los laterales.
Después
seguiremos por la parte superior del bizcocho y trabajaremos las rosas de forma
que más nos convenga, abriéndolas o cerrándolas más o menos, de manera que no
nos queden huecos entre ellas.
Yo las
adorné con unas bolitas de chocolate blanco que tenía por casa pero le podéis
poner, perlitas, flores, hojitas de menta o lo que se os ocurra.
Qué bonita!
ResponderEliminarGracias Mari Luz
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