Como sabéis, este blog está a vuestra disposición si queréis que publique alguna de vuestras recetas. Ya lo he hecho así en varias ocasiones y hoy vuelvo a repetirlo.
En esta ocasión se trata de unas pastas o galletas de mantequilla deliciosas, elaboradas por mis amigas Rocío y Margaret que cuando se ponen el delantal forman un equipo de reposteras de primera división.
Cuando probé estas galletas, me sorprendió su sabor, tan similar a las pastas de té que compraba en la pastelería antes de dedicarme a hacer mis propios dulces, y cuando me dijeron que eran caseras, les pedí la receta, que amablemente me ofrecieron, saqué unas fotos y aquí os las traigo. Con un cafecito a media tarde son una verdadera tentación.
Gracias Rocío y Margaret.
Ingredientes:
300 gr.
de harina
2
cucharaditas de levadura en polvo
100 gr.
de azúcar
1
paquete de azúcar vainillado
1 huevo
150 gr.
de mantequilla (o margarina)
Una pizca
de sal
Preparación:
Se
mezcla el azúcar glass con el azúcar vainillado y la mantequilla ablandada a
punto pomada.
Se
tamiza la harina y la levadura en polvo con un colador.
Se
añade la harina a los ingredientes anteriores, después se añade el huevo y la
sal. Se mezcla todo bien. La masa no debe estar ni muy pegajosa ni muy dura.
Se
estira la masa con el rodillo y se corta al gusto. Si la masa ha quedado blanda
se puede usar la manga pastelera para formar las pastas o añadir un poco más de
harina.
Ir colocando
las pastas en la bandeja del horno y hornear sobre 190-200º, según el horno, hasta
que empiecen a dorarse.
Sacarlas
y dejarlas enfriar sobre rejilla. Espolvorear con azúcar glass si se desea.
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