Hoy os traigo una receta andaluza, de Antequera (Málaga), el Bienmesabe Antequerano, que nada tiene que ver con el bienmesabe canario ni con el bienmesabe de pescado.
Según las informaciones que encontré en la red, entre ellas la Wikipedia, es un dulce que tiene solera porque sus orígenes son árabes y ya desde el siglo XVII lo preparan las monjas Clarisas en el Convento de Clausura de Belén, en Antequera, sin modificar la receta, y lo venden a través de un torno, tal como hacen las Clarisas aquí en Tui cuando les compras los pececitos o las tartas de almendra tan ricas que llevan haciendo años y años, -las monjas de clausura siempre tan buenas reposteras, en Tui ya deben quedar pocas y son ya mayores- son dulces tradicionales que no deben perderse.
Bueno la cuestión es que no estaba yo muy inspirada este fin de semana, no sabía qué hacer porque tengo muchos postres en mi lista de espera pero no sabía cual elegir y finalmente me decanté por un dulce tradicional, con historia y ..... olé, me fui al bienmesabe.
Me gustó mucho el resultado, aunque yo le quitaría un poco de almendra porque su sabor se eleva sobre los demás y no quería yo eso, quería que fuese una amalgama de sabores sin superposiciones de ninguno sobre otro, lo cual, por supuesto, se consigue practicando. Es un dulce blando, de cuchara, bien empapadito con el almíbar.
Bien, os pongo la receta tal como es. Yo reduje las cantidades a la mitad y no trituré demasiado la almendra, quizás por eso, al encontrar los trocitos, el sabor es más fuerte, la próxima vez la trituraré más o reduciré la cantidad.
Lo hice ayer, estaba muy rico, pero hoy que todavía me queda un poco, con los sabores más consolidados y frío de la nevera, está realmente espectacular.
Ingredientes:
250 gr de almendra cruda entera
425 gr de azúcar
250 ml de agua
125 gr de bizcochos de soletilla
500 gr de cabello de ángel
6 huevos
Canela molida
Azúcar glass
Preparación:
Tostar las almendras y picarlas no muy finas
Cubrir el fondo de un molde cuadrado desmontable con los
bizcochos de soletilla
Poner al fuego un cazo con el azúcar y el agua y hacer un
almíbar dejándolo hervir a fuego medio unos diez minutos
Reservar más un poco más de la mitad del almíbar y con el
resto empapar los bizcochos que hemos puesto en el fondo del molde.
Cubrirlos con una capa fina de cabello de ángel
Al almíbar reservado añadir las almendras picadas y los
huevos bien batidos.
Mezclar todo bien y poner al fuego medio hasta que la mezcla
espese.
Repartir la mezcla, una vez tibia sobre el cabello de ángel.
Cubrir todo con una capa fina de canela molida y espolvorear
por encima con azúcar glass
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