miércoles, 17 de febrero de 2016

Tarta de queso y frambuesas






No iba a hacer una tarta de San Valentín, sino una tarta como otra cualquiera pero como era 14 de febrero pensé que no le vendrían mal unos corazones de adorno. Por celebrarlo que no sea.

Esta receta es igual a la que ya publiqué aquí sólo que en este caso la gelatina de limón la cambié por gelatina de frambuesa. De frambuesa es también la mermelada para la cobertura de la tarta y finalmente la coroné con unas cuantas frambuesas de las que siempre suelo tener en el congelador. En su tiempo las compro frescas y las congelo, igual hago con los arándanos, así tengo todo el año para cuando me hagan falta. 

Me acordé de un molde con dibujos en forma de corazón que tengo, que me regaló mi hija para hacer galletas con cobertura de chocolate, y justo era lo que necesitaba, así que ya monté en mi imaginación el decorado final de la tarta. Unos bomboncitos de chocolate blanco y negro para no desperdiciar el que me sobró de los corazones y tarta lista.

Fácil de preparar. Si no queréis complicaros con la gelatina para la capa final, le ponéis la mermelada sola y listo, no pasa nada, estará buena igualmente. 

Venga, sacudiros la pereza y a la cocina, sólo hay que ponerse a ello y veréis como os van a pedir que la repitáis más de una vez.





Ingredientes:

-          ¾ de paquete de galletas Digestive
-          125 gr de mantequilla
-          1 tarrina de queso Philadelphia (200 gr)
-          1 sobre de gelatina de frambuesa
-          500 ml de nata líquida
-          6 cucharadas de azúcar
-          Mermelada de frambuesas (un tarro mediano)
-          1 tarrina de frambuesas congeladas para adornar (opcional)

Si queréis hacer los corazones de chocolate, serían cuatro pastillitas de chocolate negro y otras 4 de chocolate blanco y un molde de silicona con forma de corazón como éste:




Preparación:

Triturar las galletas hasta pulverizarlas bien con un robot de cocina o con el rodillo metiéndolas en una bolsa de plástico.



Forrar el fondo de un molde desmontable con papel vegetal  y untar con mantequilla los laterales para facilitar luego el desmoldado o si tenéis un rollo de acetato podéis poner una tira en todo el lateral y será facilísimo luego despegarla sin dañar la tarta. Yo en este caso no lo utilicé.

Calentar la mantequilla en el microondas hasta que se disuelva y añadirla a la mantequilla haciendo una pasta con la que forraremos todo el fondo del molde procurando que nos quede bien lisa y con el mismo grosor por todas partes. Meter el molde en la nevera para que endurezca la base de galleta.

Calentar en un cazo la nata con el azúcar y la gelatina de frambuesa. Revolver bien y seguir revolviendo hasta que esté casi a punto de hervir. En ese momento retirar del fuego y seguir revolviendo un rato.




Añadir el queso y mezclar bien hasta que se integre.



Sacar el molde de la nevera y echar la mezcla del cazo sobre la base de galleta. Dejar enfriar  a temperatura ambiente y cuando esté casi fría taparla con film y meterla en la nevera toda la noche.


Al día siguiente:

Hidratar dos hojas de gelatina en un bol con agua fría.


Calentar en un cazo  la mermelada de frambuesa con un chorrito de agua hasta que esté bien caliente. Escurrir la gelatina y echarla al cazo, revolviendo todo el rato hasta que se disuelva.


Dejar que temple la mezcla y entonces añadirla al molde cubriendo toda la superficie por igual.

Meter de nuevo a la nevera un par de horas o hasta que la gelatina se solidifique.




Cuando esté lista, derretir el chocolate en el microondas en intervalos de 30 segundos.
Echarlo sobre el molde, meterlo a la nevera y cuando se solidifique sacar los corazones del molde.


Adornar la tarta con las frambuesas congeladas, un poco de azúcar glass sobre ellas  y con los corazones de chocolate.




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