Seguimos con el triunvirato del cabello.
Como os dije, el procedimiento es básicamente el mismo. Ahora vamos con unos triangulitos que podéis hacer más o menos grandes en función de cómo queráis cortarlos. No los hagáis demasiado pequeños sino apenas se aprecia el sabor del relleno. Suben más que el trenzado porque sólo se pegan los vértices, los laterales se dejan tal cual para permitir al hojaldre que suba en capas.
No desechéis los trocitos irregulares que os sobren al cortar la masa, también tienen cabello dentro y todo se aprovecha. Presentáis los más perfectos y los retales para la repostera, que ya se los merece ¿o no?
Ingredientes:
-
Una
placa de hojaldre
-
200
gr de cabello de ángel
-
1
huevo
-
Almendra
troceada o nueces o piñones
-
Azúcar
glass
Preparación:
Estirar la
plancha de hojaldre sobre el papel en que viene envuelta.
Cubrir la mitad
de la derecha (o de la izquierda, da igual) de la placa con el cabello de ángel
dejando una pequeña franja longitudinal en el extremo sin cubrir.
Pincelar los
extremos con huevo batido
Doblar la otra
mitad cubriendo todo el relleno
Hacer un
triángulo con un molde de cartón y colocarlo sobre la masa para cortar los
triángulos con un cuchillo bien afilado.
Presionar los
vértices del triángulo con los dedos para que se unan bien.
Pincelar los
triángulos con huevo batido.
Cubrirlos con la
almendra y al horno a 200º unos 20 minutos.
Decorar con
azúcar glass al sacarlos del horno y en cuanto enfríen un poco sobre rejilla.
¡¡¡ Y a disfrutar !!!
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