lunes, 6 de abril de 2015

Huevos de Pascua

Esta pasada Pascua quise hacer unos huevos de chocolate. Para empezar no tenía los moldes así que, utilizando la web de María Lunarillos, que tiene un montón de utensilios y productos para repostería (y funciona muy bien, todo hay que decirlo),  hice un pedido de  un molde grande de plástico y una plancha de silicona para huevos más pequeños. En un par de días los tenía en mis manos y no pude resistir la tentación de probarlos.

Me puse con el grande, ala, faltaría más, aún no sabía yo que era el que me iba a resultar más complicado. Puse muy fina la capa de chocolate y, encima pretendía que se desmoldase casi solo. Como no se me despegaba del molde, quise "ayudarle" y, claro, se me rompió.

Pero al día siguiente, que tenía más tiempo, me lo tomé con toda la calma del mundo y así, con paciencia y cariño lo conseguí. Me resultaron muchísimo más fáciles de hacer los pequeños con el molde de silicona. Y otra cosa, para los huevos de tamaño grande recomiendo que os hagáis con dos moldes, o con uno doble, para así, al meter los dos moldes juntos en la nevera, reducir el tiempo de enfriado y de espera a la mitad.

A mi ahijada le gusta el chocolate con leche y ese fue el que utilicé para éstos, pero yo creo que debe quedar mucho mejor con chocolate negro. Yo, al menos, estoy más acostumbrada a su temperatura de fundido y me apaño mejor. 

Pero bueno, reto conseguido, no quedarían tan perfectos pero sirvieron para mi regalo y además me dijo un pajarito que estaban buenísimos.....






Tan sólo necesitaremos  chocolate de cobertura y un molde. Para el huevo grande y cuatro pequeños utilicé cuatro tabletas de chocolate con leche Nestlé Postres.

Fundir  2/3 partes del chocolate en el microondas a intervalos de 30 segundos, revolviéndolo en cada parada, hasta que esté disuelto.




Añadir el chocolate restante para que se disuelva al contacto con el que ya está fundido.

Pincelar toda la superficie interior del molde tratando de dejar más gruesos los bordes.




Poner a enfriar 10 minutos en la nevera, colocar la parte interna del molde boca arriba.

Darle otra capa de chocolate y enfriar de nuevo otros 10 minutos. Colocar el molde igualmente boca arriba.




Pincelar una tercera capa de chocolate y enfriar de nuevo 10 minutos. Ahora lo colocaremos boca abajo. Al sacarlo ya se ve cómo el chocolate se va separando del molde por la acción del frío.

Despegar con la punta de un cuchillo los bordes del molde, con muchíiiiiiisimo cuidado, no se nos vaya a romper.

Ponerlo boca abajo y ya caerá solo.





Raspar un poco los bordes para igualarlos.

Pincelar los bordes con un poco de chocolate caliente y unir las dos mitades.

Esperar a que enfríe y ¡ya está!










No hay comentarios:

Publicar un comentario