Galletas Linzer

Hoy os traigo la receta de las galletas Linzer, que hace mucho tiempo dije que publicaría, pero los días fueron pasando y ..... hasta hoy.

El origen de estas riquísimas galletas es austríaco y proviene de la región de Linz. Se asegura que se crearon a partir de la Linzertorte, una tarta con base de masa, rellena de mermelada y con una cubierta de masa enrejada.

Hay referencia escritas sobre esta galletas desde el siglo XVII. Tradicionalmente se preparaban en Navidad pero actualmente se pueden encontrar en las pastelerías durante todo el año. 

Las genuinas, llevan mermelada de grosella roja o de albaricoque y se perfora la parte superior en forma de estrellita o cualquier otro motivo que deje ver el relleno de mermelada. Yo, como no tenía nada con forma estrellada, he utilizado un descorazonador de manzanas para hacer el circulito de la galleta superior, (también podéis utilizar un tapón de plástico pequeño).

La receta de la masa, es la misma que la de las galletas cuatro versiones, os la pongo aquí de nuevo. Yo siempre hago bastante masa porque eso me permite utilizar la que quiero (suelo hacer dos bandejas de horno) y la que me sobre la guardo en la nevera y así, cuando se me antoje hacer galletas nuevamente, ya tengo la mitad del trabajo hecho y se preparan en un pis pas. En la nevera, tapada con film, la masa se conserva mucho tiempo, pero si queréis reducir las cantidades podéis hacerlo poniendo 100 gr de azúcar glass, 200 gr de mantequilla, 300 gr. de harina y una yema de huevo.

Tened en cuenta que la mermelada ablandará la galleta, así que si no vais a consumirlas enseguida es preferible que le pongáis la mermelada en el último momento. 

Vamos con la receta.

Ingredientes :

750 gr. de harina

500 gr. de mantequilla pomada

250 gr de azúcar glass

1 huevo

Una cucharadita de esencia de vainilla

 

Preparación:

Batir la mantequilla con el azúcar glass hasta blanquee y se integre bien.

Añadir 1 huevo y seguir batiendo. Después añadir la esencia de vainilla.

Incorporar la harina poco a poco amasando sólo lo imprescindible y terminar de hacerlo a mano. Debe quedar una masa blandita pero no demasiado pegajosa.

Extender la masa en la encimera sobre un trozo de film y ponerle otro trozo de film por encima para estirarla con el rodillo, así no se pega.

Se va cortando la masa en círculos con un cortador de galletas o un vaso pequeño y se va poniendo una hilera en la bandeja de horno sobre papel de hornear.

A continuación se pone otra hilera de círculos, pero en la mitad de éstos se perfora la masa con un descorazonador de manzanas, o un tapón pequeño o una boquilla pastelera pequeña, como se ve en la foto.

Y se llevan al horno, ya precalentado a 180º, durante unos 10 ó 15 minutos, hasta que empiecen a dorarse los bordes.

Se dejan enfriar  un poco, porque son muy delicadas y en caliente se rompen y, cuando ya se puedan tocar, se pasan a un rejilla.

Finalmente, cuando se hayan enfriado del todo, se pone una cucharadita de mermelada en las galletas enteras y las perforadas se espolvorean con azúcar glass y después se colocan sobre las otras, como si fuera un sandwich, y listas para disfrutar.