martes, 12 de mayo de 2020

Bizcocho vegano de avena, plátanos y cacao




Hay un montón de tartas y bizcochos que quiero probar a hacer y de los que ya tengo las recetas pero entretanto no quiero dejar de meter de vez en cuando alguna receta más saludable, como el bizcocho que publico hoy. 

Es un bizcocho vegano sin azúcar, ni huevo, bien fácil y sabroso porque el cacao le da ese punto chocolateado que me encanta y los dátiles y plátanos le dan el dulzor preciso.
Podéis aumentar o disminuir su cantidad a gusto, según queráis que esté más dulce o menos. Sabemos todos que bajar el umbral que cada uno tenemos respecto al azúcar es lo más sano pero yo, que soy muy golosa, he de reconocer que no me resulta fácil pero poco a poco se puede ir consiguiendo.

Metí entre los ingredientes el azúcar glass por si alguien quiere decorarlo al final pero no es necesario para nada, los dátiles y los plátanos son suficientes para que esté bien rico.

Espero que os guste.


Ingredientes:


260 gr de harina integral de avena
2 huevos
4 plátanos maduros
60 ml de leche
100 ml de  AOVE (aceite oliva virgen extra)
2 cucharadas de cacao puro VALOR
Canela al gusto
8 gr de levadura Royal
Pizca de sal
6 dátiles
Azúcar glass para decorar (optativo)

Preparación:

Poner los dátiles deshuesados en un bol con un poco de leche y dejarlos macerar unos 15 minutos. Luego triturarlos con la batidora hasta formar una pasta.




Precalentar el horno a 180º, yo puse la función turbo pero vale igualmente el calor arriba y abajo.

Batir los huevos con el resto de la leche,  el aceite y la pasta de dátiles.

Añadir los plátanos triturados o chafados con un tenedor.

Mezclar la harina con el cacao, la sal y la levadura, tamizarlos y añadirlos poco a poco a la masa.

Pasar la masa a un molde rectangular, dándole un par de golpes en la mesa para que se asiente y suban las burbujas de aire.

Hornear  unos 35 minutos o hasta que al meter un palillo éste salga casi seco, si queda un poco húmedo no importa porque el bizcocho quedará más jugoso.

Desmoldar y pasarlo a una fuente. 




Decorar con azúcar glass si se prefiere.



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