Llevo una temporada bastante repetitiva en mis postres, sin preparar recetas nuevas, por eso tengo el blog un poco parado. Eso y que en verano con las vacaciones, la playa y el calor no hay tiempo ni ganas de meterse en la cocina.
Hacía mucho que no preparaba ninguna receta de magdalenas.
Son muy prácticas porque se pueden comer a cualquier hora, son fáciles de preparar y se hornean rápido, no se por qué no las hago más veces pero siempre me voy por otros derroteros y las humildes magdalenas siguen quedando en la lista de espera.
Son muy prácticas porque se pueden comer a cualquier hora, son fáciles de preparar y se hornean rápido, no se por qué no las hago más veces pero siempre me voy por otros derroteros y las humildes magdalenas siguen quedando en la lista de espera.
Pero el otro día, en uno de tantos correos que recibo de la web de María Lunarillos, a la que estoy suscrita, ví una foto de una magdalena con una pintaza increíble así que decidí que no dejaría pasar más tiempo y que lo próximo que haría serían unas riquísimas magdalenas.
Y así fue. Ahí están.
Ingredientes (para 8
magdalenas):
175
gr de harina
125
gr de azúcar
125
gr de aceite de girasol
50
ml de nata líquida para montar
½
sobre de levadura Royal (8gr)
125
gr de huevos (depende del tamaño, entre 2 y 3)
Ralladura
de 1 limón
Preparación:
Batimos
con varillas eléctricas los huevos y el azúcar hasta que blanqueen (unos 7
minutos)
Añadimos
la ralladura del limón y seguimos batiendos otros 6 minutos.
Añadimos
la nata y el aceite de girasol y seguimos batiendos unos 3 minutos bajando un
poco la velocidad
Añadimos
la harina y la levadura y batimos unos segundos, el tiempo justo para que se
integren bien, nada más.
Dejamos
reposar la masa 10 minutos.
Vertemos
la masa en las cápsulas de papel, hasta
llenar ¾ partes y metemos estas cápsulas en los huecos de un molde metálico
para magdalenas, o en flaneras, esto es para que el molde de papel no se abra y
crezcan mucho hacia arriba.
Se
espolvorea la superficie de las magdalenas generosamente con azúcar y se mete
todo en la nevera una media hora, así al meterlas luego en el
horno, debido a la diferencia de temperatura, subirán mejor.
Precalentamos
el horno a 230º y, una vez caliente, metemos dentro las magdalenas, bajamos la temperatura a 210º
y las horneamos hasta que se doren y queden hechas por dentro (en mi horno han
tardado unos 18 minutos pero cada horno es diferente, así que hay que
vigilarlo).
Sacarlas del horno y dejarlas enfriar sobre una rejilla.
Sacarlas del horno y dejarlas enfriar sobre una rejilla.
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