Tenía unos restos de frutas confitadas, que compré estas navidades para el Roscón de Reyes, rebotando por la nevera. Pueden aguantar mucho tiempo bien envasadas al vacío pero tampoco era cuestión de tenerlas por allí estorbando hasta la siguiente rosca o trenzado, así que decidí meterlas en un bizcocho a ver qué tal quedaban, al estilo del plum cake inglés,
y para cambiar un poco el sabor, le añadí unas nueces troceadas, que siempre le quedan bien a un bizcocho.
y para cambiar un poco el sabor, le añadí unas nueces troceadas, que siempre le quedan bien a un bizcocho.
El resultado ya lo veis en las fotos, un bizcocho jugoso y con un sabor muy rico, mejor todavía al día siguiente de hacerlo. Ideal para acompañar a un café.
Ingredientes:
- 250 gr de azúcar
- 250 gr. de mantequilla
a temperatura ambiente
- 4 huevos
- 250 gr. de harina
- 1 cucharada de postre de Royal
- 3 cucharadas de brandy
- 1 pizca
de sal
- 200 gr
de frutas confitadas cortadas en pedacitos
- 100 gr
de nueces cortadas en pedacitos y tres medias nueces para decorar
- azúcar
glass para decorar
Preparación:
Poner en un bol el azúcar con la mantequilla y batir
hasta mezclarlo bien.
Añadir los huevos uno a uno sin
dejar de batir
Añadir la sal y la harina tamizada con la levadura
Añadir el brandy. Revolver todo
un poco sólo para mezclarlo. Tiene que quedar una textura espesa.
Añadir las frutas confitadas y
las nueces troceadas
Precalentar el horno a 180º.
Preparar el molde con
mantequilla y harina.
Echar en el molde la mezcla.
Hornear durante 50 minutos
hasta que esté bien cocido por dentro (comprobar con una brocheta que salga
limpia)
Sacar del horno, dejar enfriar
un poco y desmoldar
Espolvorear con azúcar glass y
decorar con las mitades de las nueces
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