miércoles, 26 de agosto de 2015

Bocaditos de manzana

El hojaldre es muy socorrido para la repostería rápida, sobre todo ahora que podemos comprarlo refrigerado o congelado y sólo tenemos que abrir el paquete para ponernos manos a la obra con cualquier receta sencilla, tal como ésta de hoy que vi en el número 11 de la revista Lecturas Postres y como me pareció tan facilita no dudé en probarla. La reproduzco aquí casi literalmente.

La manzana y la canela hacen buena pareja así que ya os podéis imaginar el sabor que tendrán estos bocaditos. A temperatura ambiente están muy ricos pero, en mi opinión,  recién sacados del horno, dejándolos enfriar sólo un poco, están todavía mejor.

Queda a vuestra elección.







Ingredientes:

-          1 lámina de hojaldre
-          1 manzana
-          100 gr de azúcar
-          4 cucharadas rasas de canela en polvo
-          1 huevo
-          zumo de limón


Preparación:

Pelar la manzana y sacarle el corazón y las semillas. 



Cortarlas en láminas y luego en tiritas y regarlas con zumo de limón para que no se oxiden.



  


Mezclar en un cuenco el azúcar con la canela y rebozar en la mezcla la manzana. Retirar y reservar el azúcar que sobre.




Estirar la lámina de hojaldre y con ayuda de un cortapastas hacer círculos.



Batir el huevo y pincelar con él la superficie de los discos de hojaldre.




Colocar sobre la mitad de los discos de hojaldre las tiras de manzana.




Colocar los discos restantes sobre cada uno de los de manzana y sellar los bordes presionando con ayuda de un tenedor.




Pincelar la superficie con huevo batido y espolvorear con la mezcla de azúcar y canela reservada.




Hornear a 180º sobre 15 minutos, hasta que estén dorados.




Retirar y dejar  enfriar sobre rejilla. Se pueden servir calientes o fríos.







viernes, 14 de agosto de 2015

Bizcocho de yogur griego

Éste es un bizcocho grande, un señor bizcocho, de ésos que cuando se presentan en la mesa arrancan un "¡¡ohhh!!" general y, hasta el momento, se ha convertido en mi favorito, ¿por qué? pues por lo suave, jugoso y riquísimo que está. Te comes un trozo y parece que estás saciada pero al rato ya te apetece repetir porque es delicioso. La cremosidad que le aporta el yogur griego es el punto fuerte de esta receta.







Ingredientes:

-          6 huevos
-          2 yogures griegos
-          4 medidas del vaso del yogur de azúcar (450 gr.)
-          6 medidas del vaso del yogur de harina (450 gr.)
-          2 medidas del vaso del yogur de aceite de girasol
-          ralladura de 2 limones
-          1 sobre de Royal
-          Azúcar glass para adornar

Preparación:

Separamos las claras de las yemas y batimos bien éstas con el azúcar.





Añadimos los yogures, el aceite y la ralladura de limón y seguimos batiendo.





Tamizamos la harina con la levadura y la vamos añadiendo a la mezcla, a cucharadas.





Montamos las claras a punto de nieve fuerte.

Añadimos las claras montadas a la mezcla anterior con una espátula, con mucho cuidado para que no se bajen.



Echamos la mezcla en un molde grande bien engrasado y espolvoreado con harina.



Metemos al horno, a 180º durante unos 40 minutos aproximadamente.

Sacamos del horno, dejamos enfriar un poco, desmoldamos y pasamos el bizcocho a una rejilla para que acabe de enfriar. 




Espolvoreamos la superficie con azúcar glass.






Mirabeles en almíbar

Para los que no lo conozcáis, el mirabel es una variedad de ciruela, de pequeño tamaño y color amarillo con manchas rojizas. Su procedencia es centroeuropea y en España se cultiva casi en exclusiva en Galicia, en la zona de O Rosal, próxima a la desembocadura del río Miño, alcanzando su madurez sobre el mes de julio. Es una fruta de sabor dulce de múltiples aplicaciones en repostería y si frescos, recién cogidos del árbol, están muy ricos, en almíbar o mermelada lo están todavía más. 








El almíbar se prepara con medio kg de azúcar por cada litro de agua
Se pone al fuego el agua con el azúcar hasta que hierva. Se deja enfriar.

Se lavan los mirabeles bien bajo el chorro de agua. Se secan y se  les quita el rabito si lo tienen.



Se esterilizan los botes vacíos y las tapas en agua hirviendo durante 15 minutos.

En cuanto enfríen, se llenan con los mirabeles, apretándolos bien para que no queden sueltos flotando en el líquido. Se rellena cada bote con el almíbar de forma que cubra bien toda la fruta.

Se cierran los botes herméticamente y se meten en una olla bien grande, llena de agua que los cubra totalmente, dejando que ésta hierva durante 15 ó 20 minutos dependiendo de que los botes sean de tamaño pequeño (250 ml) o más grande (500 ml).



Se sacan los botes de la olla y se dejan enfriar. Se les puede dar la vuelta, varias veces, los días siguientes para que el almíbar llegue bien a toda la fruta.




Se almacenan en la despensa y se dejan reposar varios meses para que alcancen todo su sabor.