jueves, 16 de julio de 2015

Tarta de queso y arándanos

¿Sabíais que los arándanos con unos grandes aliados de las mujeres? Entre sus múltiples propiedades, están muy aconsejados para prevenir las incómodas cistitis así como las molestias gastrointestinales.
Tienen poder antioxidante y ayudan a fortalecer el colágeno, que tanta falta nos hace. También ayudan a potenciar algo tan importante como el rendimiento del cerebro y la concentración. Un puñadito por la mañana y otro por la noche nos serán de clarísima eficacia. 

Aprovechando que en esta época del verano se consiguen con más facilidad los arándanos frescos, os presento esta riquísima tarta, según la receta extraída del libro "Caprichos al horno" de Caroline Bretherton y que, servida bien fría, es una delicia.







Ingredientes:

50 gr de mantequilla
125 de galletas tipo Digestive
150 gr de arándanos azules
150 gr de azúcar y 3 cucharadas adicionales
400 gr de queso philadelphia
250 gr de queso mascarpone
2 huevos grandes y una yema más
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 cucharadas de harina tamizada

Para la salsa:

100 gr de arándanos azules
1 cucharada de azúcar
1 chorrito de zumo de limón

Preparación:

Precalentar el horno a 180º.

Triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla derretida. Forrar la base de un molde desmontable de 20 cm. (El mío era desmontable pero en forma de corazón porque era un día especial)






Poner en la batidora  los 150 gr de arándanos con 3 cucharadas de azúcar y batir a fondo.




Colar la mezcla y ponerla en un cazo a fuego lento de 3 a 5 minutos, hasta que espese. Reservar.

Meter en la batidora el resto del azúcar, los quesos y los ingredientes restantes. Mezclar bien.

Verter la masa sobre la base de galleta y alisar la superficie con una espátula.

Repartir la mezcla de arándanos sobre la masa y, con una brocheta, hacer remolinos para que forme un dibujo.




Forrar los lados exteriores del molde con papel de aluminio. Meter el molde en otro recipiente mayor, con agua que alcance hasta la mitad del molde y meter al horno al baño María.





Hornear 40 minutos  hasta que la masa esté firme pero algo blanda. Apagar el horno y dejar la puerta abierta.

Transcurridos unos minutos retirar el aro del molde. Con ayuda de pos palas o dos espátulas pasar el pastel al plato donde se va a servir y dejar enfriar bien.

Entre tanto, poner en un cacito a fuego lento todos los ingredientes de la salsa. Remover de vez en cuando hasta que se disuelva el azúcar. Pasar a una jarra de servir y meter en la nevera.







En el momento de servir, poner un trozo de tarta regado con un chorrito de la salsa de arándanos.








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