No había oído hablar de ellas hasta que un día las mencionó mi amiga Elisa, dijo que ella solía prepararlas y que estaban muy ricas, así que pensé que por qué no probar a ver qué tal me salían.
Se trataba de hacer una crema pastelera espesita, rellenar las empanadillas y freirlas, así de simple peeeero, a ver, primero había que hacer la masa, luego la crema pastelera, esperar a que enfriase, rellenarlas, cerrarlas bien, freirlas.... me pareció que llevaría bastante tiempo.
Así que me fui a lo fácil, ¿masa? la preparada para empanadillas de la marca "Cambalache" (en Eroski) que está logradísima. ¿Crema pastelera? cinco o seis minutos en microondas, sí sí, como lo leéis, en microondas, super rápida y perfecta. Podéis ir imaginando todo el tiempo que se ahorra. Leed la preparación en la receta y probadla, ya veréis.
El resultado a la vista está, unas empanadillas deliciosas que únicamente tienen un problema: se acaban en un abrir y cerrar de ojos.
Ingredientes:
Un paquete de masa para
empanadillas “Cambalache”
Azúcar y canela mezclados
para rebozar las empanadillas
Para la crema pastelera:
500 ml de leche
100 gr de azúcar
40 gr de Maizena
2 yemas de huevo tamaño L
2 cucharaditas de esencia
de vainilla
Preparación en microondas:
Mezclar
la Maizena con un poco de leche para que se disuelva bien.
Una
vez disuelta mezclarla con el resto de ingredientes en un bol de cristal y
meterlo tres minutos en el microondas a 800w de potencia (si tu microondas
tiene una potencia inferior dale uno o dos minutos más)
Ahora
sacar el bol y revolver el contenido con una cuchara de madera (aún estará muy
líquida la mezcla).
Volver
a meter al microondas dos minutos más. Sacar de nuevo el bol y revolver bien la
mezcla.
Si
veis que todavía no tiene la consistencia deseada (tened en cuenta que al
enfriar espesará más) meted en el microondas un minuto más.
Lista
la crema, la pasáis a una fuente y la tapáis con film, tocando éste la crema, para
que no haga costra. Dejadla enfriar así. Y si tenéis tiempo, una vez fría la
metéis en la nevera.
Luego
meted la crema en una manga pastelera (o simplemente con una cuchara) y
rellenad las empanadillas, cerrándolas bien con un tenedor. No tendáis miedo
que no se abrirán si las selláis bien.
Después
freídlas en abundante aceite de oliva suave.
Pasadlas
por papel absorbente y a continuación rebozarlas con una mezcla de azúcar y
canela.
Frías
están muy ricas pero calientes son impresionantes.
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