Cuando ví esta tarta en la web de María Lunarillos, de la que ya os he hablado en otras ocasiones, me dije que tenía que probar a hacerla sí o sí. Y como el pasado fin de semana tenía más tiempo que otras veces, no lo dudé y me puse a ello.
Lleva su tiempo porque, como no tenía tres moldes pequeños iguales, utilicé dos moldes más grandes para luego cortar los bizcochos por la mitad y así tener una tarta con una altura aceptable, pero ello me obligó a duplicar el trabajo y después tuve que repetir también la buttercream porque me quedó escasa, así que me entretuvo más de lo esperado.
Resultado: a algunos de mis catadores, les gustó bastante, a otros le pareció demasiado dulce y a alguna no le gustó la textura del bizcocho. Yo, personalmente, la encontré dulzona y no me gustó la textura de la buttercream porque, como no tengo icing sugar, que es un azúcar más fino que el azúcar glass, tuve que utilizar éste y al batirlo con la mantequilla, siempre acaba notándose algo en boca, por mucho tiempo de batido que le des, y eso no me gusta.
También dejé la ganache de chocolate demasiado espesa y por eso la apariencia sobre la tarta es poco fina. Me di cuenta según la preparaba de que iba a quedar así pero ya tenía ganas de acabar y no me preocupé de dejarla más fluida.
En resumen, necesito ir a la tienda virtual de María Lunarillos a por tres moldes con base desmontable, de 15 cm de diámetro, y también necesito hacerme con una reserva de icing sugar, entonces el acabado ya será otro cantar.
Lo que sí tengo que deciros es que varias horas después, e incluso al día siguiente, encontré la tarta mucho más rica. Y es que este tipo de tartas debe reposar unas horas para que se asienten los sabores. Eso marca una notable diferencia.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
2 huevos
280 gr de azúcar moreno
280 gr de azúcar moreno
120 ml de aceite de
girasol
160 ml de leche
180 gr de harina de trigo
60 gr de cacao en polvo
2 cucharaditas de Royal
1 cucharadita de esencia
de vainilla
Una pizca de sal
120 ml de café caliente
Para la buttercream:
300
gr de mantequilla a temperatura ambiente
300
gr de icing sugar (o azúcar glass)
1
cucharadita de extracto de vainilla
1
cucharada de café instantáneo
Para la ganache:
160
gr de chocolate fondant
80
gr ml de nata
40
gr de mantequilla
Preparación:
Para
hacer el bizcocho, primero batimos cinco minutos los huevos a velocidad alta.
Añadimos el azúcar moreno y seguimos batiendo un minuto más.
Incorporamos
el aceite, la leche y la vainilla.
Tamizamos
la harina con el cacao y la sal y lo añadimos a la mezcla.
Dependiendo
del diámetro de los moldes que tengamos, echamos la mezcla en varios de ellos,
mirando que siempre pongamos la misma cantidad en cada uno o bien echamos toda
la mezcla en uno solo y luego lo cortamos en varios discos. Yo hice dos
bizcochos y así obtuve cuatro discos de un grosor aceptable, porque mi molde
era de 20 cm.
Metemos
al horno precalentado a 170º, calor arriba y abajo.
Cuando
al pincharlo salga seco estará listo. Sacar del horno, desmoldar con cuidado y
dejar enfriar sobre rejilla.
Cuando
haya enfriado, cortarlos en cuantos discos queramos y reservar.
Para
preparar la buttercream hay que batir la mantequilla a velocidad alta durante
cinco minutos hasta que esté bien cremosa. Entonces se le añadirá el azúcar
glass tamizado, batiendo primero a la velocidad mínima hasta que se integre con
la mantequilla y luego otros cinco minutos a velocidad alta.
Añadir después el
extracto de vainilla y el café instantáneo y batir unos minutos más hasta que
esté todo bien mezclado.
Ahora
colocaremos el primer disco del bizcocho en un plato giratorio y lo cubrimos
con una capa de buttercream, luego el siguiente disco y repetimos la operación,
así hasta acabar con un disco de bizcocho en la parte superior.
Ahora
le damos una capa de buttercream finita a toda la tarta, la capa recoge migas,
esa capa nos ayudará a que la definitiva quede mucho mejor.
Untamos
la tarta todo alrededor y por la parte superior, le pasamos una espátula para
eliminar el exceso y la metemos en la nevera 30 minutos.
Pasado
ese tiempo, le damos la capa definitiva y pasamos una rasqueta todo alrededor
de la tarta, mientras con la otra mano hacemos girar el plato. Quedará
completamente lisa. Reservamos para adornar el resto de la crema de mantequilla
que nos haya sobrado.
Ahora
la metemos en la nevera unos 15 minutos mientras preparamos la ganache.
Para
ello ponemos el chocolate troceado y la nata en un bol de cristal y lo metemos
en el microondas un minuto. Lo sacamos y revolvemos hasta que se deshaga el
chocolate y entonces añadimos la mantequilla para que le de brillo, que se
deshará rápidamente con el calor del chocolate.
Sacamos
la tarta de la nevera y por todo el borde vamos decorando con el chocolate que
no deberá quedar muy espeso para que resbale bien y quede más elegante que el
mío.
También
rellenamos la parte superior de la tarta con el resto del chocolate.
Ahora
con la boquilla 6B de Wilton hacemos los
rosetones todo alrededor y decoramos todo el centro con virutas de chocolate.
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